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martes, 21 de agosto de 2012

Otro día más.

Me acosté mirando al techo de la habitación y pensando en aquel día tan fuera de lo común. No se si había sido real o no, simplemente pasé un buen día con la que seguro sería una persona con la que compartiría muchos momentos buenos este año. Me costó mucho dormir ese día y casi no descansé fue como un parpadeo, antes de cerrar los ojos ya estaba estirando la mano para apagar la alarma del móvil.

Desconecté la alarma, pero me volví a dormir, aún era pronto tenía tiempo más que de sobra para poder ducharme y salir corriendo a clase. Al final así fue, llegaba tarde como siempre y hoy no tendría la suerte del día anterior porque este profesor no se retrasaba nunca.

Llegué a clase y la puerta ya estaba cerrada, así que me bajé tranquilamente a la biblioteca del instituto a leer un rato y a esperar a la siguiente clase, pero por las escaleras me encontré casualmente con Marta ella también llegaba tarde.

- ¡Buenos días Luis! - me dijo Marta mientras subía apresurada las escaleras. 

Marta llegó a la puerta de clase y también se encontraba cerrada, había llegado casi quince minutos tarde. Nos volvimos a encontrar en la biblioteca, ya que ella se bajó allí a leer y a hacer tiempo hasta que empezase la siguiente clase. Los dos nos pusimos a leer cada uno en un rincón diferente de la biblioteca. Marta leía una novela juvenil y yo un libro de ciencia ficción, nuestros gustos eran totalmente opuestos. 

Cuando tocó la sirena que advertía que debíamos entrar a la siguiente clase ambos cerramos los libros, los guardamos en nuestras mochilas y volvimos cada uno a su clase, pero por el camino Marta me pidió algo.

- Una cosa Luis, ¿te importaría que pasáramos luego la hora de descanso juntos en el patio?- Se calló se quedó mirándome y esperando mi respuesta.

-Claro que si, no hay ningún problema nos veremos en el patio entonces.- Ella se sonrojó un poco y entonces nos despedimos, ella iba a darme un abrazo, pero se empezaron a abrir las puertas de las clases y la gente comenzó a salir, no me lo dio y salió corriendo a su clase. 

Pasaron las horas de clase que quedaban antes del descanso y yo no podía prestar atención a lo que decían los profesores, solo podía intentar no quedarme dormido y pensar en por qué ella quería que compartiésemos el tiempo de descanso.

Sin darme cuenta de nada llegó la hora del descanso y me dirigí al banco donde Marta pasó el tiempo el día anterior. Allí no encontré a nadie, decidí esperar unos minutos, igual simplemente se habría retrasado al salir de clase.

Al fin, tras un largo rato esperándola apareció y comenzamos a hablar, ella me contaba que quería explicarme lo que no me dijo el día anterior a la pregunta que yo le hice, pero que no quería contármelo allí. Así que quedamos para aquella tarde, saldríamos juntos de clase e iríamos a tomar algo donde la tarde anterior.

Pasaron las horas de clase y fui a casa a comer, después del descanso para comer volví para las clases de la tarde tan monótonas, aburridas y sin ningún aliciente para mi como siempre. Solo deseaba que las horas pasaran rápidamente para poder salir y volver a casa.

Llegó la hora de volver a casa y yo sin pensármelo ni un solo segundo me dirigí con paso firme hacia mi casa. Estaba a mitad de camino cuando me acorde de algo, había quedado con Marta, casi se me olvida, así pues regresé rápidamente al instituto y allí estaba ella en la puerta esperándome. Le pedí disculpas por mi mala cabeza y los dos anduvimos el camino a casa como el día anterior para dejar las mochilas e ir mas tarde a hablar como ella me dijo.

1 comentario:

  1. siguiente cielo!! tu novela me encanta , sube ya el siguiente PD: soy soñando un cuento ;) te quiero ;)

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